La ruta de los Grandes Alpes
La ruta de los Grandes Alpes
16/12/14
-¡Que disfrutéis de las vacaciones!
Me comenta Julie mientras salimos de casa en bicicleta. Vuelvo la mirada y pienso ,
-¿Vacaciones? Si lo que vamos hacer este verano es lo que hemos echo en los últimos diez años.
Tenemos tantas ganas de salir que el mismo día que Maia tiene vacaciones cogemos un tren para ir hasta Estrasburgo y de allí, empezar nuestra etapa hasta Niza, ya en el mar Mediterráneo. Antes, cruzaremos todos esos puertos míticos de los Alpes franceses de la famosa Ruta de los Grandes Alpes.
Como ya conocemos toda esta parte de Francia, rápidamente pasamos a otro lado de la frontera para recorrer durante un par de días la Selva Negra (Alemania). Así hacemos piernas antes de atacar los Alpes, aunque ya que esta cadena montañosa tiene bastante subidas, aunque cortas. No tenemos mucha suerte con el tiempo, llueve bastante, y esos abetos oscuros lo pinta algo tristón. Ya en los tiempos del imperio romano, denominaban estos bosques opulus nigra, inspirados en la oscuridad que caracterizaba el tránsito por los caminos de estos densos bosques cuando se dirigían hacia el norte por tierras bárbaras.
Nuestros contactos de la lista de la warmshowers dicta nuestra ruta, primero en Kippenheim y luego en Obersimonwald. El matrimonio Richter nos espera con una rica cena, buen vino y ricas cervezas alemanas.
Pedalear por la Selva Negra es tranquilo, aun mas, cuando seguimos las rutas que Lotti nos recomienda. Solamente sentimos el turismo de masa en el lago Titisee, y es que la Selva Negra es turisticamente muy conocido en el mundo entero. Los campings alrededor del lago son carísimos, así que acampamos a la intemperie.
La Selva Negra no es muy grande y rápidamente salimos del macizo. Enseguida llegamos a Suiza. Antes de adentrarnos en los Alpes suizos, vamos hasta Reconvilier, donde nos espera Joseba & Corinne, una pareja ciclo-viajera de largo recorrido, que desde no hace mucho tiempo han parado su viaje y ahora vive en Suiza. Con ellos pasamos una grata estancia, hablando de las anécdotas, experiencias y el regreso, cual no esta siendo fácil para algunos. Los padres de Corinne esta allá, y nos preparan una riquísima fondue, el padre de Corinne es todo un especialista.
En un mismo día llegamos a Berna. La capital suiza es una ciudad tranquila y bella, con una calidad de vida envidiable. El centro histórico y medieval, declarado patrimonio mundial de la UNESCO, esta construido en el interior de un meandro del río Aare.
Salimos hacia el lago de Thunersee, para pasar cerca de los macizos de Ungfrau-Alestsch-Bietschhorn, donde esta el monte Eiger (3970 msnm). Según nos comenta Joseba, desde la misma carretera uno tiene la sensación de poder tocarlo con la manos, pero nada mas llegar al lago cosas se tuercen. Empieza a llover fuerte y de una manera exagerada. Nos quedamos un par de días en casa de Lisa y Urs, esperando que mejore el tiempo, pero nada. El pronostico no da señales de mejoría en toda la región. Nos pasamos todo el día mirando el mapa de los Alpes. Urs nos da la idea de coger un tren e ir a la parte italiana, pero no lo vemos practico, todas las carreteras van de norte a sur, y estaríamos forzados a bajar casi hasta Milán. Vemos que Megève (Francia), no esta tan lejos, y decidimos ir hasta allá, ya que los tíos de Alice tienen un apartamento y nos podemos refugiar hasta que el tiempo mejore.
Salimos hacia Sion con un fuerte chaparrón sobre nuestras espaldas, donde nos espera Marc y su novia, miembros de la WSL. Cogemos un tren que atraviesa la cadena montaña por un gran túnel y pasamos directamente al valle Rhone, sin pegar el rodeo que pensábamos hacer. No merece la pena pedalear bajo una intensa lluvia, todo esta muy nublado y no podemos disfrutar de las vistas. Aunque subimos bastante para ahorrarnos unos 30 €. Los trenes en Suiza son carísimos, así que vamos hasta donde se acaba la carretera. Mientras subimos, vemos decenas de carteles promocionando el turismo, con preciosas montañas, cielos azules y gente sonriendo, mientras nosotros, maldecimos el mal tiempo ¡Que casualidad! Una semana antes, habría podido disfrutar de un tiempo soleado.
Por sorpresa, al otro lado de la montaña hace mas calor, e incluso vemos algunos rayos de sol, aunque tenemos un viento fuerte en contra y nos castiga continuamente hasta llegar a Sion.
Antes de pasar a Francia tenemos que subir nuestro primer gran puerto, Col de la Forclaz (1527 mts). Nada mas dejar Martigny (471 msnm), en las primeras rampas empieza a jarrear. Con el sudor del esfuerzo estamos empapados hasta los huesos. El puerto es mas largo que lo que pensamos y se hace duro. Ya en Francia nos cuesta encontrar un camping. Según nos comenta la dueña, la semana pasada estaba casi completo, pero ahora, somos los únicos ocupantes. Debido al mal tiempo, muchos turistas han abandonado los Alpes para ir a otras regiones mas calurosas.
Antes de bajar a Chamonix (1035 msnm) pasamos otro puerto, El Montets (1461 mts). Subimos de nuevo para llegar a Megève, aun mas, cuando en el centro del pueblo, vemos que el apartamento esta en la estación de esquí de Petit Bois. Alla nos paramos seis días. Maia hace grandes amigas con un niño que esta en la urbanización. Yo me dedico a ver el mundial de fútbol, mientras refunfuño. Pesábamos ir antes a Irlanda, pero como nos salió un festival para presentar nuestra película en Francia, cambiamos de planes. La ruta de los Grandes Alpes es también muy atractivo, y una hazaña, aun mas con críos y cargados. Alice es mas llevadera y se conforma con todo, le da igual donde este y como este.
Por fin el cielo se abre y salimos bajo un fuerte sol. Nuestro primer puerto es el Saisies (1650 mts) ya dentro de la ruta de los grandes de los Alpes. Alcanzamos el alto a media tarde, y bajamos rápidamente a Beaufort (683 msnm), para alojarnos en un tranquilo camping.
La subida al puerto de Roselend (1968 mts) es mas dura de lo que pensamos, y mas que por las pendientes, por el calor asfixiante. Como el día anterior, alcanzamos el puerto a media tarde y bajamos rápidamente serpenteando la ladera hasta Bourg-Saint-Maurice (744 msnm). Tardamos unas cinco horas para subir el puerto, apenas una hora para bajar. Vamos al campings municipal, mucho mas poblado que el anterior, en si, los turistas se quedan mas en el valle que ir a la alta montaña. Aquí, esta todo echo para consumir y realizar decenas de actividades al aire libre.
Levantamos el campamento algo tarde y antes de atacar nuestro siguiente puerto hacemos unas compras. Alice duda, la ruta de los grandes Alpes es mas exigente de lo que pensamos. Ya hemos recorrido muchas cordilleras de montañas por el mundo, lugares como la provincia china de Yunnan (casi la misma superficie que el estado español), hiper montañoso y con puertos con desniveles de hasta 3000 metros. Y que decir de Armenia, un año antes, recorrimos la columna vertebral de su cordillera, con continuos puertos a mas de 2000 metros de desnivel y con dos críos, el ciclo-remolque y tándem. Por eso, nos animamos a recorrer esta mítica ruta despreciandola algo, pero ya dentro, vemos su dureza. Aunque lo cogemos con tranquilidad, recorremos un puerto por día, y ya los grandes, como el I’seran (2770 mts), nuestro próximo puerto, dos días.
Con dos mil metros de desnivel, vemos como cambia el entorno y vegetación según cogemos altura, incluso el tiempo. Abajo hace mucho mas calor. En Sainte-Foy-Tarentaise tenemos que parar porque el sol pega demasiado fuerte. Esa misma tarde, bebo por lo menos siete litros de agua. Las pendientes se suavizan antes de llegar al lago de Chevril, un lugar nada atractivo, a pesar de su entorno montañoso. Todas sus laderas están repletas de pistas de esquí y teleféricos. Todo un desastre ecológico incalculable.
A media tarde llegamos a Val d’Isere, otra estación que esquí que ahora también abre sus puertas al turismo en pleno verano para los que desean realizar actividades al aire libre, y es que ahora, muchas pistas de esquí se convierten en pista de descenso para bicicleta todo terreno. Nosotros vamos al camping municipal, ya saliendo de Val d’Isere. Un entorno mucho mas tranquilo y con gente como nosotros, algunos viajan en bicicleta, otros a pie.
Nada mas salir el cielo empieza a nublarse, y vemos que hay menos trafico según subimos por las fuertes pendientes. Arriba apenas hay turistas. Hay algún ciclista que otro y motoristas que posan enfrente del cartel que pone la altitud. La bajara también es impresionante, y los frenos sufren mas de la cuenta. Mi llanta empieza a agrietarse, aunque estoy convencido que llegará hasta Niza. Nos pasamos casi todo el día subiendo, así que apenas freno. Las bajadas son fuertes, pero rápidamente perdemos altura y entramos en el próximo valle.
Por la mañana diluvia, por lo que decidimos pasar el día en Termignon. Nuestro siguiente puerto es el Galibier, y seria una pena subirlo sumergidos entre nubes. Aprovechamos el día para descansar y comer tranquilamente con un buen pan casero, queso Beaufort, una delicia, y vino.
Seguimos bajando hasta Saint-Michel-de-Maurienne (718 msnm) y cuando empezamos a subir el puerto de Télégraphe (1566 mts), un pequeño puerto antes del Galibier, empieza a diluviar. Aun así, subimos hasta Valloire. Lo bueno es cuando llueve hay menos trafico, sobre todo motoristas, que recorren la ruta de los grandes Alpes con una cámara Go-Pro sobre casco. Incluso los ciclistas de ruta, cuando llueve, no sale a pedalear. Lo que nos impresiona es ver el numero de envoltorios y tubitos de plástico de tabletas energéticas, es una vergüenza, ver el suelo repletos de plásticos. A pesar que el ayuntamiento pone papeleras accesible para los ciclistas cada medio kilómetros, todavía, siguen echandolo al suelo. Con eso que se gastan una fortuna en su bicicleta y equipamiento, parece que se puede permitir esto.
El camping de Valloire es mucho mas caro de lo que pensamos, aunque por lo menos, tiene un salón donde podemos cocinar y los críos pueden jugar y ver la televisión tranquilamente. Por la mañana hay una densa niebla y chispea, y como vemos que al día siguiente va a hacer mejor tiempo, nos quedamos a pasar el día en esta estación de esquí. A pesar que estamos en verano, la pista de hielo para patinar esta abierta y patinamos con los críos. Cuando volvemos al camping vemos a una pareja de australianos que están recorriendo Francia en bicicleta. Sus caras son todo un clamor y a toda costa quieren ducharse con agua caliente. Según nos comentan, cuando pasaron el puerto de Galibier hacia solo tres grados y llovía. En la bajada casi se congelan.
El Galibier es uno de los puertos mas duro que recorremos en esta ruta. Sobre todo sus últimos 2 kilómetros, donde mas sufro. Por casualidad, el pedal del tándem se rompe a 3 kilómetros del final, así que Alice sube en una furgoneta con Maia, mientras yo subo con Unai cuando echa la siesta. Ya arriba muchos ciclistas me animan, ellos saben de la dureza de este mítico puerto, y sobre todo, por el peso que llevo. Todos tienen sus méritos. En el ultimo kilometro sobrepaso a un anciano que ya marcha a pie con su bicicleta. Arriba me entero que tiene 85 años. Bajamos hasta Briançon, donde nos espera un matrimonio de la warmshowers. Antes, paramos en una tienda de bicicletas para reparar el pedal del tándem.
En Briançon aparcamos las bicicletas y vamos hasta Caylar en tren, en la región de Languecoc-Roussillon (sureste del Francia), porque participamos en un festival de viajes durante cuatro días. Hubert nos contactó en febrero, cuando ya teníamos pensado pasar el verano en Irlanda, pero al final, nos convenció para ir hasta alla y presentar nuestro filme. Yo quería ir a Irlanda, pero a Alice no le importaba volver a pedalear por Francia, país que siempre nos atrae por sus tranquilas rutas, facilidad para vivaquear, gastronomía, diversidad en países y gente amable, aunque yo, ya estoy un poco harto de pedalear por Francia, en si, hemos recorrido unos 5000 kilómetros. Así que le comenté,
-Si vamos a Francia, es para recorrer la ruta de los Grandes Alpes. Eso se significa pedalear por los puertos mas altos de Francia, y quizás de Europa.
También teníamos el viaje pagado, tanto para ir hasta alla desde Briançon, como de Bruselas a Estrasburgo y luego para volver a casa desde Niza en tren.
No voy muy convencido, todos los exponentes que conocemos y han ido nos dicen que se vende muy mal. Aun así, llevo unos treinta DVD’s detrás del ciclo-remolque. Tengo la esperanza que pueda vender algún que otro en un camping, puerto… pero apenas vendemos, a pesar que la gente se interesa por nuestra historia, no somos muy comerciantes, y como arriba en los puertos hace frío, los turistas apenas paran.
En el festival lo pasamos en grande. Hablamos con otros viajeros, compartiendo experiencias, adecnotas y risas. Y en este festival, no se come ni se bebe vino como en otro. Todos los días hacemos un banquete donde nunca falta el buen comer y beber. Es un acierto venir hasta aquí, y las ventas, al final no es lo mas importante, sino la convivencia con otra gente con la misma mentalidad que nosotros.
El tiempo mejora algo cuando volvemos a Briançon, aunque según nos comenta Jean-Michel, no recuerda un mes de julio tan lluvioso como el de este año.
Nuestra siguiente dificultad montañosa es el puerto de Izoard (2360 mts), uno de los pequeños, (pues Briançon esta a 1180 msnm) pero es duro, sobre todo sus últimos cinco kilómetros. Acampamos a la intemperie en la bajada, en un prado.
La subida del puerto de Vars (2109 mts) es quizás unas de la mas guapas, sobre todo, la primera parte, donde la carretera transcurre por un cañón. Vamos mas lentos de lo que pensamos y no podemos alcanzar el puerto esa misma tarde, así que acampamos en la ultima estación de esquí. A pesar que hay un lugar exclusivamente para las autocaravanas, instalamos nuestra tienda de campaña sin que nadie nos diga algo.
Rápidamente alcanzamos el puerto y bajamos hasta Jausiers (1200 mts), donde paramos a almorzar. Tras el descanso del mediodía, empezamos a subir el puerto de la Bonette, según reza un cartel, “el puerto mas alto de Europa”. No paramos de subir hasta el atardecer, queremos acampar en un lago, antes, es muy difícil encontrar un lugar discreto para acampar por libre, ademas, el agua escasea. Nos comentan que antes del lago hay un restaurante donde suelen dejar acampar. Continuamos subiendo en busca del restaurante ya casados. Preguntamos a un motorista si el restaurante esta cerca, pero el, ni se ha percatado que hay uno a escasos kilómetros. A veces, dudamos si estos motociclistas disfrutan del paisaje cuando van circulando. Con tantas curvas y a esa velocidad, no verán nada. Lo mas molesto de esta ruta son los cientos de motoristas que nos pasan cada día a gran velocidad. No entendemos el punto de recorrer esta mítica ruta en motocicleta, con ese ruido y velocidad.
Nada mas pasar la curva vemos una explanada y el restaurante al fondo.
-¿El motorista esta ciego ó solo mira el pavimento?
Me dice Alice algo molesta.
Preguntamos el permiso para acampar y nos dejan sin problemas, aunque nos advierten que esta noche hay alerta de tormentas. Incluso la policía ha echado a todas esas caravanas, y alguna tienda de campaña, que estaban en los lagos. Me emparanoio con el riachuelo que hay cerca, quizás con la lluvia, su cauce sube e inunda la tienda. Buscamos un montículo, donde hay una evacuación para que no nos pase como otras veces, incluso hago algunos canales por si acaso. Pero al final, ni siquiera llueve, al menos donde estamos nosotros, aunque en toda la noche vemos los destellos de los relámpagos.
La subida sigue siendo larga, pero no es tan dura como los otros puertos. El cielo esta bastante nublado y hace frío. Un señor nos comenta que normalmente en esta época los ríos están sequisimos, pero este año es muy excepcional, incluso ese paisaje lunar, muy característico de la bonette, esta verde.
Quiero comer arriba, pero Alice tiene frío y quiere bajar rápidamente, ademas el alto (2715 mts), también conocido como el puerto de Restefond, es poco atractivo y apenas hay espacio para parar. No hace mucho tiempo, han construido una carretera alrededor de la cima de la Bonette para alcanza una altitud de 2802 mts, pero esto no es un puerto, sino simplemente un circuito escénico. Es, sin embargo, la carretera mas alta de Europa. Aun así, yo quiero recorrer esos dos kilómetros. Alice se niega, lo ve absurdo, así que yo subo solo. Ella y los críos me esperan donde esta el puerto de toda la vida.
Alegremente bajamos, la Bonette es nuestro ultimo Puerto, y esta vez, vamos al mismísimo Mediterráneo. Una bajada de unos cien kilómetros. Espectacular. Antes paramos a pasar la noche en el camping municipal de Saint Etienne de Tinée y luego, ya abajo, vamos hasta St-laurent du Var donde nos espera una familia miembro de la warmshowers.
Cuando estábamos visitando Estrasburgo en bicicleta una señora nos paró. Había visto nuestro filme en un festival de viaje en Paris. Al comentarle nuestra ruta, y la intención de terminar en Niza, ella nos invitó en su casa que esta en San Rafael, en primera linea del mar. Eso no se podía desaprovechar, así que vamos hasta alla. Cuando llegamos nos llevamos una sorpresa, su casa es una mansión, con al menos diez habitaciones, tres cuartos de baño y un gran salón. Todo un lujo. La playa esta a escasos metros y vamos todos los días, mientras, Alice se va con ella a navegar en un cataraman, yo me quedo con los críos. Pasamos unos tres días estupendos. Y ya no hay para mas. Regresamos a Bruselas desde Niza en un tren nocturnos. El viaje se acaba. Hemos disfrutado a lo grande. El sentir la ruta y haber superado todos esos míticos puertos.